Manual de Guerrilla para sobrevivir a los modales ingleses

Conviene recordar que la inglesa ha sido, de lejos, la metrópolis más cruel de la historia universal, desde la guerra del opio en China hasta los nativos americanos, pasando por media África, Australia y el inmenso subcontinente Indio, por no hablar de irlandeses, escoceses, cien años contra Francia, la batalla de Trafalgar, Margaret Thatcher y el sistema financiero mundial. Así que contrólate, sonríe y da las gracias. Por si acaso.


Son muy corteses. Extremadamente corteses. Para cualquier extranjero sensato pueden parecer demasiado corteses. Atendí al público en el centro de Londres y tuve que enfrentarme a muchos británicos más enfadados que Mourinho con un golondrino pero que, sin embargo, no perdían la serenidad, ni las formas...



Pero no te dejes engañar: son corteses pero son unos cabrones humanos, así que han desarrollado estrategias, matices imperceptibles en la entonación, gestos sutiles, que les permiten ser extremadamente bordes cuando el cuerpo se lo pide, eso sí, manteniendo la compostura y flema británicas. Descubrirás que el inglés es el único idioma del mundo donde "thank you" puede querer decir "eres tonto" y "I am sorry" puede perfectamente significar "que te follen, zorra". La interacción sería algo así:

"I have told you the black one. Thank You." Profundicemos en el detalle, porque el texto llano y escrito no refleja fielmente todo el proceso: Se debe hacer enfatizando y ralentizando la entonación en "the black", para que se note que el otro es medio lelo y no había entendido a la primera, y escupiendo el Thank-You lentamente y desde el paladar, pronunciando las mayúsculas, levantando ligera -pero perceptiblemente- el labio superior y  pegando dos pequeños y firmes cabezazos afirmativos al final de la frase, uno por sílaba. El labio y las cejas se dejan arriba el tiempo que sea necesario, hasta que el lenguaje no verbal del interlocutor nos diga que definitivamente ha entendido el insulto. El susodicho nos puede contestar entonces: "I know, madam/sir, though I have no black ones left, I am sorry." En este caso conviene acentuar también el I am sorry y ladear ligeramente la cabeza, alejando la barbilla, hasta mirar al contrincante -verbal- desde un solo ojo. Si se siente uno inspirado puede incluso finalizar el escorzo encogiéndose de hombros. La conversación, pues, se podría traducir por: "que te he dicho que el negro, mongol". "No quedan, te jodes.".

Lo importante es mantener la compostura. Un please o un thank you al final de cada frase, o los dos a la vez. Mejor los dos a la vez. No inmutarse por insultante que parezca la interacción. Si te cargan mucho conviene recordar que la inglesa ha sido, de lejos, la metrópolis más cruel de la historia universal, desde la guerra del opio en China hasta los nativos americanos, pasando por media África, Australia y el inmenso subcontinente Indio, por no hablar de irlandeses, escoceses, cien años contra Francia, la batalla de Trafalgar, Margaret Thatcher y el sistema financiero mundial. Así que contrólate, sonríe y da las gracias. Por si acaso.


Este post está extraído de mi blog personal de desventuras en Inglaterra, Londres no és Itaca. Aunque afortunadamente ya no escribo en él, me da pena tirarlo.

No hay comentarios

Con la tecnología de Blogger.